En el competitivo entorno laboral actual, las habilidades técnicas no bastan. Las empresas valoran cada vez más las habilidades blandas (soft skills), centradas en la comunicación, empatía y colaboración. Estas varían según el contexto, la industria, los equipos y los desafíos del sector. Autoevaluar tus fortalezas y mejorar continuamente en estas áreas, manteniendo flexibilidad y adaptabilidad, te permitirá avanzar y mantenerte competitivo en cualquier campo profesional.